Los tubos son el elemento sonoro del órgano.

 

Tradicionalmente se hacen en madera y chapa de metal, normalmente aleaciones de estaño y plomo (o peltre) en diferentes proporciones. También se ha utilizado el zinc, el latón o el cobre, como opciones económicas del estaño. Los romanos incluso los hacían fundidos en bronce.

Sin embargo no se conocen antecedentes de tubos de órgano de piedra.

 

Los primeros tubos de órgano experimentales de piedra los realiza Iván Larrea a finales de los 80. Para ello utiliza, piedras como el talco yeso y alabastro. Pronto los hace en materiales más duros como serpentinas, mármoles granitos e incluso ágatas y jaspes. En 1991 construye su órgano portativo de demostraciones con los tubos de granito y piedras preciosas.

 

La piedra tiene una serie de ventajas acústicas y mecánicas.

La madera al ser más porosa absorbe parte de la energía de la onda sonora, produciendo un sonido más apagado y menos armónico.

Los tubos de metal, sobre todo los graves, producen vibraciones parásitas que le hace perder parte de su energía y si las paredes no son suficientemente gruesas el sonido es tardo y apagado.

El mármol tiene la ventaja de que puede tener mayores espesores y es un material que acapara mejor las ondas produciendo un sonido más intenso y armónico siendo al mismo tiempo dulce.

Desde el punto de vista mecánico, la piedra es un material muy estable, duradero, no le afectan los cambios de temperatura y humedad que tanto afecta a los tubos de madera, no es devorada por los xilófagos, (carcoma y otros bichos a los que les gusta comer madera),ni por las ratas y otros roedores, no se oxida, como los metales ni pierde su forma por la elasticidad, es ignífuga, no arde como la madera,  por lo que no se puede utilizar como leña y tampoco tiene valor para venderla a los chatarreros como ha pasado con tantos tubos de metal.

Desde el punto de vista de la densidad la piedra es un material 3 veces más pesado que las maderas duras y tres veces más ligero que el plomo, tiene una densidad media parecida al aluminio (2,7 g /cm3), lo cual hace que no represente inconveniente para un órgano fijo, por el contrario le da estabilidad.

 

Es el sonido de los materiales con los que está hecho nuestro planta,  con millones de años de antigüedad, que ahora pueden cantar sus sonidos. Es ecológico, cuando se forma una roca el residuo que deja es el agua que bebemos y los gases que han formado nuestra atmósfera, gracias a la cual respiramos y podemos escuchar la música y hacer funcionar nuestros órganos. En las sagradas escrituras cuando se hace referencia a la piedra, ésta es sinónimo de estabilidad y fidelidad a Dios.

Es el material que utilizamos cuando queremos hacer algo que perdure, sea un templo, un altar o una leyenda.

Se integra perfectamente en los templos de piedra pues es la misma materia, y hay una infinita gama de colores, texturas, y características físicas; las hay duras, blandas, porosas, compactas, sonoras (como la fonolita), e incluso las hay que mantienen niveles de humedad y temperatura constantes (como la sepiolita y los alabastros).

 

 

Pitágoras en el 600 antes de Cristo decía que quien canta, reza dos veces. Sus discípulos creían en las matemáticas como orden universal y consideraban que la enfermedad era producto de un desorden interno, falta de armonía. Creían que la mejor forma de ordenar el cuerpo humano era a través de un orden matemático, y consideraban que la mejor forma de introducir ese orden o reordenar el cuerpo enfermo, era a través de los intervalos musicales obtenidos mediante matemáticas, inventando así la escala musical que todos conocemos. Hoy aún se habla de la coma pitagórica en el temperamento de la octava. Y qué mejor que la piedra para restablecer ese orden universal.

Por otra parte existe también en nuestra cultura una creencia de las propiedades curativas de algunas piedras, que se refleja muy bien en El Libro del Lapidario escrito por el Rey Alfonso X el sabio.

Al menos no produce alergias como algunas maderas y tampoco es venenosa como el plomo y el cobre.

 

A mí simplemente me parece una experiencia espiritual poder escuchar el sonido de un órgano construido en esta materia celestial.